El aumento de la movilidad humana y del transporte en entornos urbanos presenta un gran reto en la sociedad actual, ya que son una de las causas de congestión de las ciudades, de la ineficiencia logística y energética y, en parte, de la polución. Abordar este reto requiere de soluciones innovadoras de redes de comunicación, procesamiento de información y transporte que permitan un uso más eficiente de los recursos (vehículos, recursos energéticos, carreteras, etc.) facilitando al mismo tiempo al máximo una movilidad flexible y libre. La creciente idea de ciudades inteligentes supone nuevos retos y requiere de nuevas soluciones relacionadas con el transporte. En los últimos años han proliferado por ejemplo los sistemas de utilización compartida de vehículos, como los servicios públicos de bicicletas; el uso compartido de coches o motos; sistemas de conductores “libres” como Uber o; en el sector de la distribución de bienes, flotas "flexibles" que se componen "sobre la marcha" que ofrecen servicios novedosos sobre la base de nuevas oportunidades tecnológicas y con demanda dinámica.

 

Denominamos a este tipo de soluciones "flotas abiertas". Al igual que en el concepto clásico de flotas, una flota abierta requiere de un ente global que gestione y regule el uso de los recursos limitados para proveer un determinado servicio de transporte. Sin embargo, las flotas abiertas, extienden el concepto tradicional de flota hacia una dimensión mucho más abierta: los vehículos pueden interaccionar con el entorno de la ciudad inteligente, entrar o salir en la flota en cualquier momento, y, más relevante aún, la capacidad de control de la flota por parte del ente regulador puede variar desde un control total, hasta un control muy limitado, como ocurre, por ejemplo, en un servicio público de bicicletas.

 

El manejo de una flota abierta requiere del despliegue de redes de sensores, actuadores y plataformas abiertas que permitan modificar su estructura de modo dinámico. La información generada por el sistema se puede fusionar con información obtenida a través de entornos sociales y datos abiertos enlazados mediante el manejo de diferentes algoritmos que proporcionan la base para un análisis global de la situación de la flota. El ente regulador,  gracias a esta información, puede facilitar a los usuarios o clientes las mejores opciones de movilidad para sus necesidades. Pero también puede impulsar un comportamiento deseado a nivel global, del conjunto de los usuarios, con respecto a unos objetivos generales, como puedan ser el gasto energético, la fluidez del tráfico, el uso igualitario y justo de los recursos por todos, etc. Para ello se pueden aplicar diferentes técnicas de persuasión o incentivos.

 

En este proyecto se propone una solución integrada a la adquisición de información, gestión, coordinación y regulación de flotas en general y de flotas abiertas (con diferentes grados de control por el ente regulador) en particular. Esta solución se basará en un conjunto de herramientas informáticas y componentes (redes de sensores, modelos, mecanismos, técnicas y algoritmos) cuyo objetivo consiste en la gestión eficiente de las flotas asegurando tres factores esenciales: la eficiencia energética, el uso igualitario y justo de recursos y ofrecer un alto grado de movilidad, adaptando la gestión a una demanda dinámica y flexible. Como caso de uso, se propone aplicar la propuesta en el ámbito de un servicio público de bicicletas.